Atesorar es una palabra sagrada, y en que la envidia
disfrazada de reivindicación, acecha impaciente el momento de trastornar las
cosas de manera que los miserables de hoy sean los opulentos de mañana que
algunos hombres de sentimientos delicados surjan de todas partes busquen
ansiosos un camino de reconciliación, alianza entre hombre y hombre sentido
nuevo y verdadero, pueda lucir una vez más la palabra de DIOS.
En busca de esta formula los pueblos y sus conductores se
han extraviado a veces lamentablemente, y las más dolorosas e irrazonables
exageraciones han sido aceptadas como doctrinas salvadoras.
La misma construcción malvada y estúpida, en que sirve de cimiento el esclavo y de
La misma construcción malvada y estúpida, en que sirve de cimiento el esclavo y de
Coronamiento el señor.
Se ha cristalizado en nuestros días en dos formas agudas: una. Que tiende a la destrucción de las clases cultas. Al nivelamiento económico, al rebajamiento de un comunismo absoluto; y otra, excrecencia de la codicia, insania y perversión de algunos militares de vampiros, ahí ha llegado el mundo, con sus darwinismos comprendidos idiotescamente, con su doctrina de la lucha, de la supervivencia del más apto, ese odio y esa codicia casi todos los pueblos.
Esas dos legiones de irreconciliables: la de los que padecen y odian y aspiran a la vergüenza, y la de los que atesoran y gozan, y por necesidad y ceguera se sostienen y se defienden con la represión
hay hombres que sienten la vid no solo como un doctor, si no como una vergüenza , como una vileza .
Doctrina del Mínimum Vital, viene a ser, así, como un llamamiento al buen sentido d los hombres, a su bondad primaria, a su instinto de conversación, casi a su egoísmo, para que no se desagarren, para que no se devoren; para mantener unos la esperanza fundada de una mayor bienestar; y en otros la seguridad de no ser despojados de aquel excedente de riqueza, obtenido sin extorsión ni ruina de sus semejantes.
El Mínimum Vital dice al trabajador, al proletario, al asalariado: confórmate con lo imprescindible; conténtate con lo que se te asegure aquello indispensable, sin lo cual no podrías vivir; esfuérzate para erigir sobre esa base mínima el edificio de tu holgura y de tu riqueza, y así la firmeza de tu voluntad. Y al poseedor, al rico, le dice: consiente en que haya un límite para tu ambición; conténtate con que se te dè libertad para convertir en oro el árbol y la piedra, pero no la miseria, no el hombre, no la salud, no la sangre de tus hermanos. Traza una línea máxima a tus adquisiciones, y no pases de ahí, para que no te desvele el odio de tus víctimas; para que te dejen gozar en paz, riendo y cantando, de lo que atesoraste.
Se ha cristalizado en nuestros días en dos formas agudas: una. Que tiende a la destrucción de las clases cultas. Al nivelamiento económico, al rebajamiento de un comunismo absoluto; y otra, excrecencia de la codicia, insania y perversión de algunos militares de vampiros, ahí ha llegado el mundo, con sus darwinismos comprendidos idiotescamente, con su doctrina de la lucha, de la supervivencia del más apto, ese odio y esa codicia casi todos los pueblos.
Esas dos legiones de irreconciliables: la de los que padecen y odian y aspiran a la vergüenza, y la de los que atesoran y gozan, y por necesidad y ceguera se sostienen y se defienden con la represión
hay hombres que sienten la vid no solo como un doctor, si no como una vergüenza , como una vileza .
Doctrina del Mínimum Vital, viene a ser, así, como un llamamiento al buen sentido d los hombres, a su bondad primaria, a su instinto de conversación, casi a su egoísmo, para que no se desagarren, para que no se devoren; para mantener unos la esperanza fundada de una mayor bienestar; y en otros la seguridad de no ser despojados de aquel excedente de riqueza, obtenido sin extorsión ni ruina de sus semejantes.
El Mínimum Vital dice al trabajador, al proletario, al asalariado: confórmate con lo imprescindible; conténtate con lo que se te asegure aquello indispensable, sin lo cual no podrías vivir; esfuérzate para erigir sobre esa base mínima el edificio de tu holgura y de tu riqueza, y así la firmeza de tu voluntad. Y al poseedor, al rico, le dice: consiente en que haya un límite para tu ambición; conténtate con que se te dè libertad para convertir en oro el árbol y la piedra, pero no la miseria, no el hombre, no la salud, no la sangre de tus hermanos. Traza una línea máxima a tus adquisiciones, y no pases de ahí, para que no te desvele el odio de tus víctimas; para que te dejen gozar en paz, riendo y cantando, de lo que atesoraste.
De aquí no pasarás, es la ley divina impuesta a cuanto
existe, y toda criatura que traspasa esa línea, se hipertrofia, degenera y
parece. Un mínimum: la vida irreducible, lo elemental, lo que es semilla capaz
de germinar: agua, techo, abrigo, recreo, luz y pan. Y de ahí en adelante, para
tus goces, para tus holguras, para tus riquezas, esfuérzate, empéñate,
economiza, desvélate, y que la esperanza te aliente y la voluntad te dé alas.
Y eso es todo. Pero así tan sencillo como es, tan equitativo
y tan fácil, encierra esta doctrina la única posible salvación del hombre en la
hora presente.
El mínimum vital es la tabla de salvación en el naufragio.
Pero es lo posible, es lo factible, es lo sencillo, es el remedio de urgencia;
es el sendero único por el cual se puede transitar, para mientras se encuentra
de nuevo el camino real, la vía ancha y clara del amor, adonde algún día los
hombres volverán.
Mínimum vital significa la satisfacción constante y segura
de nuestras necesidades primeros primordiales.
¿Cuáles son, reducidas al mínimum, esas necesidades
primordiales, vitales, supremas, sin cuya satisfacción no hay más que debilidad
degeneración y aniquilamiento?
Tal como las comprendemos nosotros, son éstas:
1ª Trabajo higiénico,
perenne, honesto, y remunerado en justicia;
2ª Alimentación
suficiente, variada, nutritiva y saludable;
4ª Agua buena y
bastante;
5ª Vestido limpio,
correcto, y buen abrigo;
6ª Asistencia médica
y sanitaria;
7ª Justicia pronta,
fácil, e igualmente accesible a todos;
8ª Educación primaria
y complementaria eficaz, que forme hombres cordiales, trabajadores expertos, y
jefes de familia conscientes;
9ª Descanso y recreo suficiente
y adecuados para restaurar las fuerzas del cuerpo y del ánimo.
¿Es posible facilitar y aun asegurar a todos los habitantes
de la nación ese mínimum de vida, sin el cual toda existencia es un fracaso,
toda criatura humana degenera y se bestializa? Sin duda que lo es, puesto que
se realiza constantemente en la familia. ¿ cómo no ha de poder realizarlo la Nación , que es libre, que
es dueña de todas sus riquezas, árbitra de su legislación e instituciones, que
puede regular su trabajo y sus gastos, imprimir nueva dirección a las
costumbres y a las ideas, influir sobre los sentimientos, intentar una y otra
vez los ensayos que considere conducentes a una vida más cordial y más justa?
La nación es en esto extraordinariamente poderosa; sus
fuerzas sobrepasan a las dificultades de una empresa cuya necesidad y justicia
palpita en la conciencia de todos, y para cuyo éxito la Naturaleza ha previsto
en ancha esfera, dotando a los hombres de todos los elementos indispensables al
trabajo y a la producción.
Las naciones no han realizado esta cosa sencilla y justa del
Mínimum Vital es, simplemente, porque no han pensado en ello; porque en la
escala de sus actividades le han señalado el último lugar, en vez de asignarle
el primero; porque no han visto con amor esa realización primaria de justicia,
y es claro no se alcanza lo que no se anhela. Pero desde el preciso momento en
que la Nación
cambie de conceptos; en que piense y sienta que su deber elemental y
fundamental, su finalidad primordial y predominante es procurar la satisfacción
de las necesidades vitales de todos sus hijos.
Este cambio de conceptos es el paso decisivo, ineludible,
para la transformación que proclamamos: esta fe nueva de la colectividad, es la
semilla de que ha de brotar el árbol de la vida nueva.
Los principios que forman filosofía de la doctrina
vitalista, figura estas afirmaciones fundamentales: 1ª Que
el Estado, la provincia y la comuna, tiene como finalidad y obligación
primarias, trabajar ante todo y sobre todo para que las Necesidades Vitales sean procuradas igualmente a todos los habitantes
del país.
2ª Que cualquiera
otra forma de actividad es secundaria, y que es ilícita si se ejerce con daño o
postergación de la primavera.
3ª Que el ideal
constante y supremo del Estado, de la Provincia y de la comuna ha de ser acercarse lo
más posible a la gratitud completa de la alimentación, del vestido, de la
habitación y del agua.
4ª Que la Asistencia Médica ,
la Justicia
y la Educación ,
han de ser siempre gratuitas y accesibles, puesto que la salud, la justicia y
la educación y la educación constituyen los tres mayores intereses de la raza.
5ª Que el trabajo es
la condición indispensable de la salud, corporal individual y colectiva, en su
triple aspecto de salud, corporal, moral y mental, entendida la salud como
lleve del bienestar, de la concordia y del progreso.
6ª Que no es trabajo
lícito ninguna forma de actividad que directa y manifiestamente cause la ruina
del individuo, de la familia o de la raza.
Un niño adquiere plenos derechos a la vida íntegra, y todas
las fuerzas familiares y sociales. Sus padres, la Comuna , la Provincia , el Estado,
han de constituir para él una cuádruple paternidad, a fin de que esa vida que
se inicia adquiera su máxima potencialidad, y llegue a ser un día la
justificación de sus progenitores, del medio social que le formó, y la
redención de aquellos entre quienes va a florecer.
El niño, decimos, es el perdón de hoy y la purificación del
mañana. Es el verdadero torbellino que organiza la vida, atrayendo para
organizarla, los elementos más puros del ambiente social y cósmico, pedir para
el niño el Mínimum Vital, es como implorar una limosna para el dueño del
tesoro; tratándose del niño, el
asegurarle el Mínimum Vital es apenas devolverle el centésimo de lo es el suyo,
y toda situación que no le asegure que no le asegure siquiera ese Mínimum, es
una afrenta para la familia, para la
Comuna y para la
Nación.
Pero llega un momento en que el niño se hace hombre, se
convierte en un trabajador; es decir, en una fuerza que actúa y da vida. Ayer
recibía únicamente; hoy da, y da con creces: da mucho más de lo que recibe;
trabajador, significa, pues, uno que da, en proporción mayor de lo que se le
da; es uno que, además de retribuir, recompensa. ¿qué es lo que da su trabajo
da su vida. Trabajo no es sino una palabra que expresa brevemente este hecho
complicado, trascendental e inconmensurable: dar uno, la vida acumulada en si.
Trabajador, pues se
significa, pues. Uno queda en proporción
mayor de la que se la da; es uno
que; además de retribuir, recompensa ahora bien.
¿ Qué es lo que yo doy cuando
trabajo?. Doy mi vida literal y
esencialmente, el que da su trabajo da su vida. Cuando yo trabajo una hora doy un valor que no puede ser ni sustituido ni atenuado así pues el trabajador es el hombre
que da su vida “ la da como tiempo,
en cuanto hay faena que se
puede cumplir sino en un tiempo determinado.
No te sé bien este
carácter del trabajador: el hombre que
abre un surco, o siembra el grano, o alza las paredes de una casa,
o teje la tela para el vestido, o enseña a los niños, o cura los
enfermos o cualquier otra forma de
actividad normal y benéfica trasmuta
su vida individual en vida colectiva por que la cadena de
influencias, de fuerzas arreadoras
que inicia con su trabajo y ya
no lo termina se des vuelve en una serie inconmensurable que abarca y enlaza todas la actividades sociales
por ejemplo, la tortillera que
prepara las tortillas con que me he
alimentado esta mañana esas tortillas
humildes en las cuales bien ya implícita
la vida de que sembró el maíz,
de quien lo segó, de quien aro el suelo para la siembra de
quien foro el hierro para el arado esa tortilla se transformar al
ingerirlas yo en fuerza nerviosa y
mental, en pensamiento, en voluntad de
expresar ese pensamiento.
Ósea que toda obra es
colectiva, que todo lo hacemos entre
todos, todos tenemos derecho a que se
nos devuelva si quiera en porción mínima en la de mínimum vital.
No hay obra más personal, más individual que esa: se diría que toda ella sale exclusivamente de mí mismo; que nadie más que yo pone en
ella ( solo exclusivamente) su
contingente; a si alguna vez el hombre tuvo derecho para decir mi obra, es, sin duda, al
referirse, a esta que fuera del papel
y de lápiz todo es mío.
Mientras yo
escribo ahora y mientras ayer
decía o paseaba acumulando elementos para mi poema; mientras haces años vagaba por al orilla del mar o
contemplaba el horizonte desde la
cima de una montaña, alguien trabajaba para que yo pudiera entregarme libremente
a mi observaciones a transformar
la impresiones que recogía de ambiente, a meditar sobre ellas,
aguardas el arca de la sud conciencia, para extraerla, mi cocinera,
mi lavandera, mi camarera, la mujer que llevaba las legumbres, la
campesina que la siembra y la recoge, el
sastre que me viste, el zapatero que me calza todo los millares de obreros que intervienen en la confección y todo lo que me aportan y facilitan las cosas que necesito para mi vida Diana
colaboran con migo trabajan para
que yo pueda trabajar en ella.
Lo hacemos todo entre todos el
pan, nuestro, dijo Jesús, pensando,
sin duda, en la consecuencia de la obra nuestra. Por decrecía ahí
estamos a un en la edad de la fiera,
imaginando que es justicia religión, y ciencia la forma asesina y mezquina de “el pan mío amasado con el trabajo de ellos.
Nosotros hacemos del
derecho de todo hombre a un mínimum de vida integra un derecho absoluto y del deber de la colectividad de procurarle
a todo hombre un mínimum de vida integra hacemos
un deber absoluto.
Una fe, un concepto nuevo de vida, si es amplio y
verdadero tiene voluntad generadora que
va creando ella misma.
Así como se manifestó el cristianismo que todavía después de
Dos mil años , está reverdeciendo de formas nuevas.
Así fueron y serán siempre las grandes revoluciones las cuales al comienzo no pueden ofrecer sino
PRINCIPIOS BASES conceptos que tienen que ir adaptándose al lugar y a la hora.
Hoy más que nunca
seria inepto vincular lo que es una manera nueva y amplísima de comprender y
sentir la vida.
Hoy más que nunca debemos recordar que las sociedades se
transforman rápidamente, que las ideas y las cosas YA NO ESTAN SINO QUE VAN.
Por todos los caminos. Por los abiertos ya, y por los que
abriremos Luego.
¿Por qué camino se encuentra siempre el dinero para lograr
la guerra. Para las carretas pera enviar legiones, para costear infinidad de
establecimientos e instituciones no siempre útiles a veces dañinos?
La doctrina del Minimun Vital radica sobretodo en una trasformación
de la conciencia individual y colectiva.
No queremos un simulacro más, bajo cuya falsia pudra su vida
pestilente la antigua injusticia, mas corruptora cuanto mas revestida se
ostente con las formas de la legalidad.
El mínimum vital a pesar de su voluntaria restricción que se
contenta con satisfacer las necesidades primordiales
Tales adeptos fervorosos, han de proclamar y extender la
doctrina vitalista, con hechos con normas de conducta, con la sujeccion a una
manera de vivir que del nuevo orden social que se trate de establecer.
Para ello debemos asumir como deberes imprescriptibles estos
que señalamos a continuación.
1. Considerar
la condición del trabajo honrado y experto como el ideal más alto que puede
aspirar un miembro de la comunidad
2. Horrar
el trabajo vital como el fundamento y la condición indispensable del bienestar
común y de la justicia social
3. Ser
trabajadores asiduos, esforzados atentos y leales con su obra cuya perfecciona
n de considerar ligada íntimamente a su honor y a su probidad
4. Ayudar
a todos sus hijos ya sus padres a ancianos y necesitados.
5. Contribuir
la mejor que puedan al sostenimiento de los orfanatos, hospitales y asilos de
indigentes de su comuna o su provincia.
6. Proteger
los animales no dañinos y especialmente a los pájaros como eficaces auxiliares de nuestra vida.
7. Respetar
y proteger al árbol como acumulador y distribuidor de la vida en el planeta
8. Ser
limpios y bien hablados.
9. No
embriagarse ni narcotizarse; no aventurarse al juego el producto de su trabajo;
no disiparse ni prostituirse; a fin que de que todas sus fuerzas converjan a la
eficacia máxima de su labor
10. No
explorar ningún vicio; no vivir de la usura; no usurpar de ninguna forma el
trabajo ajeno; no acaparar la tierra, ni las casas, ni los víveres ni nada que
sea indispensable a las necesidades vitales de los demás.
11. Velar
por que sean cumplidos los derechos de los niños a quien han de considerar como
supremo elemento purificador y
edificador de la vida social.
12. No
prestarse nunca, ni por recompensa ni por amenazas a servir de instrumento de
ninguna opresión. Explotación o tiranía que afecte a los derechos vitales de
los otros.
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